Electromovilidad: La Clave para la Flexibilidad del Sistema Eléctrico Chileno

 En los últimos años, la electromovilidad ha ganado protagonismo en Chile como una herramienta clave para enfrentar el cambio climático y avanzar hacia la descarbonización. Sin embargo, su potencial no se limita al reemplazo de vehículos a combustibles fósiles. Un reciente informe titulado "Electromovilidad y su aporte a la flexibilidad en el Sistema Eléctrico Nacional: Próximos pasos" destaca cómo los vehículos eléctricos pueden desempeñar un papel crucial en la optimización del sistema eléctrico chileno.

El contexto de la electromovilidad en Chile

Chile ha demostrado liderazgo en la región al establecer metas ambiciosas para la adopción de vehículos eléctricos. Se espera que para 2035, más de 1,5 millones de VE circulen en el país, respaldados por una red de carga pública robusta y regulaciones favorables. Este crecimiento es parte de la Estrategia Nacional de Electromovilidad, que busca posicionar a Chile como un referente en sostenibilidad energética.

Flexibilidad: el aporte de la electromovilidad al sistema eléctrico

El estudio aborda un aspecto fundamental: cómo los VE pueden contribuir a la flexibilidad del sistema eléctrico mediante tres modos de carga principales:

  1. Carga inteligente (Smart Charging): Gestiona el momento y la velocidad de carga para reducir los costos operativos y optimizar el uso de energías renovables.

  2. Vehículo a red (V2G): Permite que los VE almacenen energía y la devuelvan a la red en horarios de alta demanda, reduciendo la dependencia de fuentes fósiles.

  3. Carga no gestionada (Dumb Charging): Un enfoque tradicional sin optimización, que puede generar mayores costos y presiones en la infraestructura.

Resultados clave del estudio

El informe, desarrollado por la Agencia de Sostenibilidad Energética y otros actores relevantes, destaca los beneficios técnicos y económicos de integrar la electromovilidad como recurso energético distribuido:

  • Generación: La carga inteligente puede reducir los costos operativos entre un 11% y 15% para 2035 y 2040, respectivamente. El modo V2G logra ahorros aún mayores (20%-26%) al permitir un uso eficiente de las baterías de los VE para almacenar y despachar energía.

  • Distribución: Aunque la carga inteligente incrementa en un 20% las inversiones necesarias debido al aumento de la demanda, el modo V2G reduce los requerimientos en un 40%, desplazando las inversiones entre 3 y 4 años.

  • Transmisión: Aunque la carga inteligente puede requerir inversiones iniciales más altas (7%-9%), el V2G no genera costos adicionales significativos.

Propuesta de acción: habilitando la flexibilidad

Para materializar el potencial de la electromovilidad, el informe propone una hoja de ruta con metas concretas:

  • Infraestructura: Desarrollar una red nacional de puntos de carga.

  • Tecnología: Implementar medidores inteligentes y sistemas de tarifas dinámicas.

  • Regulación: Establecer marcos normativos para smart charging y V2G.

  • Incentivos: Ofrecer beneficios económicos para usuarios de VE que participen en programas de gestión de demanda.

  • Conciencia: Informar a la ciudadanía sobre los beneficios ambientales y económicos de la electromovilidad.

La visión de eHive: un futuro sostenible

En eHive, entendemos la importancia de integrar tecnologías innovadoras que promuevan un futuro sostenible. Este estudio reafirma nuestro compromiso con la electromovilidad como una solución integral para reducir emisiones y optimizar el sistema eléctrico chileno.

A medida que avanzamos, seguimos trabajando con nuestros socios para desarrollar soluciones tecnológicas que impulsen el cambio hacia un sistema energético más eficiente y limpio. Porque el futuro de la movilidad eléctrica no solo se trata de vehículos, sino de transformar la forma en que usamos y gestionamos la energía.

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