La electromovilidad en Chile está entrando en una fase distinta: más modelos, precios de entrada más accesibles, una red de carga que crece y usuarios cada vez más exigentes con la experiencia de recarga. Para 2026, el desafío ya no es “si” incorporar infraestructura, sino cómo operarla bien: con control, escalabilidad, trazabilidad de consumos y una experiencia simple para el conductor.
En este artículo repasamos 4 tendencias clave para 2026 y cómo prepararte desde hoy con una operación gestionada (tarifas, usuarios, consumos y pagos) usando una plataforma como eHive.
1) Más autos eléctricos “de entrada” y mayor accesibilidad
La principal señal de madurez es el precio: en Chile ya hay eléctricos con valores que compiten en el segmento “de entrada”, especialmente considerando bonos de marca y financiamiento.
Ejemplos referenciales en Chile (dic. 2025):
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Renault Kwid E-Tech: precio lista cercano a $16.990.000 y precio con bonos publicado desde $12.990.000 (según canal oficial). Renault Chile
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JAC e-JS1: precio lista publicado en torno a $15.990.000 (con descuentos/bonos puede variar). Dercocenter Chile
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BYD Dolphin Mini: publicado desde $17.990.000 (condicionado a bonos/financiamiento según oferta). Astara Retail
Y no solo es el precio de compra: también influye el marco de costos asociados. Por ejemplo, la Ley 21.505 estableció una rebaja gradual del permiso de circulación para vehículos eléctricos e híbridos con recarga exterior: tras un periodo de exención, el pago sube de forma escalonada (25%, luego 50% y 75% en años posteriores, según el régimen señalado en la ley).
Qué significa para redes de carga: más adopción = más demanda de recarga en edificios, empresas, centros logísticos y estacionamientos. La pregunta deja de ser “instalo 1 cargador” y pasa a ser “¿cómo gestiono 10, 20 o 50 sin perder control?”.
2) Infraestructura de carga en expansión
El crecimiento de la red pública y semipública es real, aunque desigual. Un reportaje sobre la situación en Chile ha destacado que existen más de 1.000 puntos de recarga y que la concentración en Santiago sigue siendo un reto para regiones. El Mostrador
Desde el sector público, el Ministerio de Energía ha impulsado metas y planes: en el “Acuerdo por la Electromovilidad 2025” se menciona el compromiso de aumentar el número de cargadores públicos (y sumar nuevos puntos).
Qué significa para redes de carga: con más puntos instalados, el diferencial competitivo ya no será “tener cargador”, sino operarlo bien: disponibilidad, control de consumo, reportabilidad y experiencia del usuario.
3) El conductor (y el administrador) en el centro de la experiencia
A medida que el mercado crece, los usuarios se vuelven más exigentes:
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Quieren pagar fácil (o que su empresa les asigne consumo).
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Quieren saber si el cargador está disponible.
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Quieren trazabilidad: “¿cuánto cargué?”, “¿cuánto me cobraron?”, “¿qué tarifa se aplicó?”.
Y por el lado del administrador (facility manager, administrador de edificio, jefe de flota), la demanda es igual de clara:
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Control por usuario/vehículo
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Reglas de operación (horarios, prioridades, límites)
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Reportes para conciliación y control de costos
Aquí aparece una tendencia fuerte: interoperabilidad y estandarización. El propio Ministerio de Energía señala que existe reglamentación vigente y también regulación en desarrollo para, entre otras cosas, establecer exigencias asociadas a la interoperabilidad de la infraestructura de carga.
Qué significa para redes de carga: necesitas una capa de gestión que ordene el sistema. Con eHive puedes:
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Administrar usuarios y accesos
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Definir tarifas (por kWh o por reglas internas)
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Monitorear consumos
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Automatizar cobros/pagos y conciliación (según el modelo de operación que uses)
4) “Energía como servicio” y operación gestionada: la clave en 2026
En 2026 veremos más proyectos donde el cliente no quiere “comprar cargadores”, sino asegurar operación:
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disponibilidad y soporte,
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mantenimiento preventivo,
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escalabilidad por etapas,
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visibilidad de consumos,
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integración con energía (y, cuando aplique, renovables).
Este modelo crece porque reduce fricción: el cliente se enfoca en su negocio (logística, retail, edificios, servicios) y delega la complejidad técnica y operativa.
Qué significa para redes de carga: la infraestructura sin operación es un riesgo (cargadores fuera de servicio, disputas por consumos, falta de control). Una plataforma de gestión + un partner de implementación permite que la recarga funcione como un servicio.
¿Qué esperar para 2026 en Chile?
La Asociación Nacional Automotriz (ANAC) proyecta que para 2026 las tecnologías enchufables (BEV y PHEV) alcancen alrededor de 3,8% del total de ventas, creciendo hacia 2027. La Tercera
En paralelo, el despliegue de infraestructura y la mayor oferta de modelos empujan el mercado hacia una fase de masificación.
Checklist eHive: cómo preparar tu red de carga para 2026
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Define el caso de uso: residencial, workplace, flota, público/semipúblico.
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Instala pensando en escalabilidad (capacidad eléctrica, expansión por etapas).
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Gestiona desde el día 1: usuarios, tarifas, consumos y reportes.
Asegura continuidad operacional: soporte y mantenimiento.